Patea Pamplona

¡Último punto de la ruta!

Al final de la avenida se encuentra la escultura que le da el nombre, Carlos III. La estatua de bronce representa a Carlos III el Noble, rey de Navarra entre 1378 y 1425, y uno de los grandes monarcas que destacó como mecenas y promotor de las artes, un ejemplo es la Catedral de Pamplona y los palacios de Tafalla y Olite. Además Carlos III pasó a la historia por la unión entre los tres burgos de la ciudad (Navarrería, San Cernín y San Nicolás) con el Privilegio de la Unión asentando la unidad política de los burgos que hasta el momento habían tenido su propia bandera y legislación. El monarca ha sido representado en el momento en que hace entrega de ese Privilegio de la Unión, que lleva en la mano derecha, y está colocada sobre un pedestal con una placa donde se especifica el acontecimiento y el autor que realizó la estatua, Francisco López Hernández.

Por otro lado la Plaza del Castillo es el verdadero corazón de Pamplona, lugar donde se dirigen todas las calles del casco viejo. Durante el siglo XIV en el centro de la plaza estaba un castillo construido por el rey Luis el Obstinado, pero conforme se iba construyendo las murallas, se vio que andaban escasos de material, y utilizaron las piedras del viejo castillo. La plaza es pues resultado de varias construcciones realizadas a lo largo de los años, terminando con diferentes edificios importantes a su alrededor, como el  Café Iruña, el Hotel La Perla o el Palacio de la Diputación entre otros.

¡Si os interesan las anecdotas, no os olvideís de ver el vídeo de esta ruta!